Tras ser premiada como mejor banca tecnológica del mundo, CaixaBank buscaba una propuesta que situase rápidamente en este nuevo escenario a los más de 2.400 invitados de su Convención Anual de Directivos. Se optó por un evento con gran carga tecnológica, innovador y de gran impacto visual para hacer balance del año y transmitir los nuevos objetivos de la compañía.