El proyecto de rebranding de Pisco Tres Erres se centró en rejuvenecer una marca con casi 100 años de trayectoria, que se percibía como obsoleta y enfocada a un público mayor. El desafío fue modernizar su imagen para atraer a un público más joven (18-24 años) sin perder a sus consumidores fieles ni su legado histórico. La propuesta incluyó un rediseño completo de la identidad visual y del packaging, buscando equilibrar tradición y modernidad. A través de tipografías dinámicas, colores vibrantes y mensajes claros, se migró la personalidad de la marca de poderosa a creativa, conectando mejor con las nuevas generaciones.