Recogiendo la vocación artística de la Noche Blanca, la propuesta se alinea con una de las principales misiones del arte: transformar la realidad para revelar perspectivas alternativas.
La propuesta resulta diferenciadora desde una visión estilística al proponer una estética corpórea. Además, la incorporación de una visión conceptual permite añadir un significado singular al diseño: no se trata solo de una imagen, sino de la percepción de una idea.