Identidad visual presentada a concurso con motivo del XX aniversario del Museo de la Cuchillería de Albacete. Propuesta alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que apuesta por la optimización reduciendo la paleta de color a una tinta. Se potencia la institucionalidad al emplear el carmesí, código cromático de la bandera provincial y municipal. En el logotipo, como anatomía común de los tres grafemas, se recurre al arquetipo formal de la hoja de un cuchillo. La versatilidad de la marca se hace patente en la plasticidad a la hora de aplicarla a través de diversas variantes sin perder identidad. Su facilidad de reproducción se muestra de un modo extraordinario en microescalados. El resultado es una imagen gráfica más versátil, más cercana y con un lenguaje de diseño más actual.