El reto era desarrollar un proyecto para una consultora especializada en desarrollo de personas y cultura organizacional. Después de investigaciones, se creó un nombre que se apoderaría del mundo del trabajo: el nombre 9–6 (nueve a seis) es una interpretación simbólica de “horario comercial” en Brasil. Aunque puede variar – algunas personas llegan antes, salen más tarde y otras tienen una jornada más larga –, la marca lo toma como base, pero no se limita al horario de 9 a 6. Al ser un nombre flexible, permite, a través de la interacción del logo con textos, íconos y emojis, contar varias historias dentro de este período de tiempo y fuera de él, porque considerando que cada persona es única, cada uno tendrá su propia narrativa descrita de acuerdo con su agenda (que no se limita al trabajo).