Al·luvió

En un festival de luz y fuego, nos atrevemos a proponer una lluvia hecha piedra, y una piedra hecha luz. Al•luvió nace del lugar, dialoga con su genius loci y busca hacer “vibrar el alma dormida del paisaje”, parafraseando a Federico García Lorca (Lluvia, 1919).La intervención para el festival Lluèrnia recoge el carácter de La Garrotxa y lo ensalza mediante contraposiciones: frente a la rotundidad de la piedra y la gravedad de la lluvia, la propuesta se presenta como un elemento etéreo, alieno, informe e ingrávido. No se pretende competir con el paisaje, sino se le otorga una nueva lectura a través de una relación simbiótica.Como material principal, se escoge la piedra fotoluminiscente, con un suave fulgor que minimiza el consumo energético y evita deslumbramientos a la fauna.