La exposición Alfonso X e Galicia se plantea como un proyecto itinerante de doble objetivo. Se busca mostrar las distintas caras de la figura del rey sabio por un lado y mostrar piezas del territorio gallego coetáneas a su vida por el otro. La exposición se irá desplazando a las distintas capitales gallegas induciendo al visitante a peregrinar también a la búsqueda de sus rastros.
La propuesta combina una serie de prismas triangulares que muestran piezas gallegas, como fragmentos repartidos por el espacio, con unos sillones bajos que permiten contemplar las proyecciones que flotan en el cielo. El resto de divisiones y contenido se expone sobre telas que mimetizan la atmósfera medieval, mística y astrológica que rodeaba al monarca que de tanto mirar a las estrellas se olvidó de la tierra.